martes, 12 de noviembre de 2013

La Reina del Otoño

       Nos adentramos más en el otoño y con el han llegado casi sin darnos cuenta las castañas. ¿A quién no le apetece una tarde de frío hacerse unas castañitas asadas? Pero no he venido a poneros los dientes largos, sino a hablaros un poco de lo que estos frutos secos nos aportan al consumirlos.






Para aquellos que los desconozcan, las castañas se presentan así en la naturaleza, en los castaños, en cápsulas espinosas que pueden contener de 2 a 7 castañas y su época óptima es el otoño.



Por su origen se incluyen en la familia de los frutos secos, 

aunque su composición es más propia de un cereal. A diferencia del resto de frutos secos, la cantidad de grasa es mucho menor, contrarrestado con una mayor cantidad de hidratos de carbono complejos y fibra, con lo que sacian más que otros frutos secos y ayudan a regular el tránsito.


Tiene prácticamente un 50% de agua, lo que también hace que tengan menos calorías que el resto de frutos secos. Al asarlas pierden un poquito de agua.


Son una excelente fuente de potasio, por lo que pueden ser consumidas sin problema por hipertensos y por personas con problemas renales.


Aunque parezca contradictorio con su coposición rica en fibra, también es beneficioso para personas con diarrea, debido a su composición en taninos, que le confiere propiedades astringentes. En este caso, lo ideal es consumirlas crudas.

La forma más fácil de asarlas es hacerle un par de rajitas (para evitar que exploten al calentarse), echarle un poquito de sal (muy poco) y meterlas al micro 2 o 3 minutos.

¡A comer!




martes, 5 de noviembre de 2013

¿Cómo Descongelamos?

             A la hora de descongelar un alimento siempre nos surgen dudas sobre cómo hacerlo de la mejor manera posible, evitando que se contamine el alimento. Hay 3 formas principales de hacerlo y unas cuantas sobre cómo NO hacerlo.

Al congelar un alimento provocamos el 'adormecimiento' por llamarlo de alguna forma de los microorganismos. No los hemos eliminado, pero tampoco dejamos que crezcan. Esto ocurre a temperaturas por debajo de los -18ºC.

Las 3 formas ideales de descongelar son:

Descongelar en agua fría:

Si elegimos este método es importante cerrar herméticamente el alimento (papel film) para evitar mermar la calidad del mismo o una posible contaminación por parte del agua (no tiene porque contener bacterias, pero puede). Lo ideal es cambiar el alimento de recipiente cada media hora ya que el agua se calienta. Este método es relativamente rápido, se puede conseguir el objetivo en dos horas.




Descongelar en la nevera:

Para utilizar este método hay que hacer una planificación previa, ya que es más lento (unas 24 horas). Es el método más seguro, ya que el alimento nunca alcanza las temperaturas de riesgo de crecimiento de microorganismos (de 4ºC hasta 60ºC).





Descongelar en microondas:

Es la opción más rápida,sobre todo para momentos en que no habíamos planificado descongelar el alimento. Hay que tener precaución para que el centro del alimento no quede congelado. Si es posible lo ideal es
trocear el alimento. Es importante cocinarlo inmediatamente después de la congelación.





COSAS QUE NO SE DEBEN HACER:


1. Una vez descongelado un alimento, no debe volverse a descongelar,a no ser que haya sido cocinado por encima de los 70 grados, eliminando así los microorganismos patógenos.

2. Se debe revisar el congelador de vez en cuando, para evitar la formación de placas de hielo o escarcha, disminiyuendo su capacidad de congelar.

3. NUNCA se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente ni en agua caliente, ya que expones al alimento a las temperaturas de riesgo (de 4ºC a 60ºC)

4. Hay que evitar el contacto entre alimentos cocinados y alimentos recién decongelados, para evitar así la contaminación cruzada.